martes, 17 de julio de 2007

Encontramos al Master

Era un temprano verano cuando conocimos a Master Tito.
Ya hacía años que Tittazo y yo andábamos juntos en la vida, y en esos últimos días de noviembre habíamos decidido empezar temprano a descoser el verano con nuestras aventuras.
Parque del Plata, bien llamado por el ciego Lopez, “el paraíso del mundo”, nos recibió con sus playas doradas y su cielo totalmente gris.
Habíamos decidido bajar a las arenas aunque tuviésemos que atarnos a un ancla para no volarnos. Tomamos nuestro balón de fútbol, y en menos de lo que un tito se equivoca, ya estabamos demostrando nuestras habilidades motrices.

Unas chicas, más perdidas que nosotros, fingían tomar sol. Lo cierto es que estaban admirándonos y quedando obnubiladas con nuestros movimientos.

Más allá, el Patito aguilera y un muchacho fornido, nos envidiaban.
Poco tiempo transcurrió antes de que se acercaran para desafiarnos a un encuentro deportivo,…no importaba la disciplina, solo querían ocupar el lugar que tan justamente nos habíamos ganado.
El muchacho fornido, resultó ser Master Tito, nosotros ignorábamos las condiciones extremas de habilidad para el deporte y de seducción para el sexo opuesto.
Caímos en la trampa!!

Primero nos dispusimos a retarnos a duelo con el voleibol, a la primera de cambio, Master tomó una bola envenenada y con maestría suprema la envío al carajo…eso creímos en un primer instante, para luego confirmar con asombro, que el balón había ido directamente hacia la ubicación de las niñas.
Como ninguno de nosotros se atrevía a encarar semejante empresa, Master, raudamente se dirigió a ellas en busca del balón. Con una frase que inundo el lugar les dijo, “quieren jugar con nosotras”, ellas no estaban capacitadas para afrontar la situación, por lo que contestaron tímidamente “borrate”.

1 comentario:

Master dijo...

Que h d p que sos... pero muy bueno, tendrías que haber sido poeta Le Titien.
Un abrazo