El Dia Después...De Dei After.

Al día siguiente de haber conocido a Master, nos dispusimos con Titazzo a recorrer el gran centro de Parque del Plata, que por estar fuera de temporada en ese momento se reducía al local de juegos electrónicos, eso si, en pleno verano el centro abarca casi una cuadra.

Para no llamar la atención, nos sentamos en la vereda del frente al local, donde lográbamos tener un completo panorama de la situación sin ser vistos.

Desolador,...la única compañía que teníamos era el tacho de basura naranja, el poste que sostenía el tacho y un envoltorio de alfajor que había quedado allí el año anterior.

A lo lejos algo se movió y nos pusimos alerta, era el Duque, el perro de Master, que volvía de su chapuzón diario en agua salada, seguimos con la mirada su paso cansino mientras cruzaba la calle, cuando de pronto...oh sorprise!! ...Se nos cruzan por frente el racimo de niñas que habíamos "conocido" en la playa.
Estaban demasiado cerca!!
No las vimos venir, ...había que pensar rápido una frase atractiva que no las dejara escaparse y caer en las garras de otro ser inescrupuloso...como Duque.

Mi lengua se trabó, Titazzo no podía ni cerrar la boca siquiera podía cerrar los párpados , un sonido salió de mi, no llegaba a ser mi voz, pero sonó como, "holll!" Vaya a saber porque ellas respondieron "hola.." y siguieron caminando. Nos habían mirado,...sí efectivamente habían dirigido su mirada hacia estos cuerpecitos hechos una mueca.

Luego de dos horas de cavilaciones decidimos que teníamos que hacer algo, raudos y veloces seguimos su rastro, por suerte no había muchos lados a donde ir, por lo que no fue difícil encontrarles en la esquina siguiente. Nuestros pies parecían dos bolsas de portland, era casi humanamente imposible moverse tan lento, solo dos físicos entrenados como los nuestros podían lograrlo.

Increíblemente pudimos entrar en conversación, veinte minutos después nuestras palabras eran inteligibles y armábamos frases casi coherentes. Impulsados por nuestra buenaventura, se nos ocurrió invitarlas al casino, que estaba cruzando la calle y era lo único con luz además del local de juegos.

Ya casi habíamos llegado, cuando de la nada surgió cual sombra desde la oscuridad la Figura del Master, que con la boca apretada y levemente hacia un lado, como le es costumbre, nos saludo con un " Titosss... como va?".

En ese momento no lo sabíamos, pero estaba empleando una de sus magistrales tácticas de conquista indirecta, la famos maniobra del "abrojo".

Titazzo y yo no podíamos controlar nuestra alegría, era una noche perfecta, no solo estabamos acompañadas por un par de muchachas sino que además contabamos con la compañia de nuestro entrañable cuatro horas viejo amigo.

La "táctica del abrojo" fue empleada toda esa noche y el día siguiente hasta que acompañamos a las niñas a que tomaran su bus de vuelta a casa. Ninguno obtuvo más que un beso en la mejilla.... y porque se iban!

Sin embargo la efectividad del "abrojo" hubo de perdurar años, hasta hoy día los Titos somos inseparables.

Abrojo. Del lat. aperi oculum, ¡abre el ojo! 1. m. Planta de la familia de las cigofiláceas, de tallos largos y rastreros, hojas compuestas y fruto casi esférico y armado de muchas y fuertes púas. Es perjudicial a los sembrados. (y para otras cosas también...)