Casi sin saberlo

Eramos unos tiernos adolescentes y cursabamos el tercer año liceal en el Alicia Goyena School.
Nuestros salones de clase estaban separados por una fría pared, pero en el horario de recreo bajo la sombra del antiguo patio del que alguna vez fuera un claustro de monjas, pudimos encontrarnos.

No es una historia gay, aunque admito que lo parece, es el lugar donde conocí a Titazzo.
El liceo estaba enclavado en el entrañable barrio de "La Comercial", barrio como hay pocos,... por suerte. Los residentes del lugar no eran muy pudientes, pero tampoco eran honestos, lo que unido a la mugre reinante de las calles daban una marco absolutamente desolador.

A mi memoria llegan recuerdos de aquellos hermosos días en que salíamos del liceo, ya en la tarde noche, y nos recibían los muchachos de la banda "los Tumanes"; luego de un peaje obligado, habiendo dejado los últimos pesos de la merienda, marchabamos contentos a regocijarnos con nuestras familias.

Esas duras calles, que en más de una ocación sirvieron de soporte a las gloriosas caídas accidentales de Titazzo, ...esos recreos, complices de nuestros continuos fracasos amorosos, y aquellas multitudinarias clases de gimnasia, fueron el soporte de una amistad que nacía y que casi sin saberlo, ayudaron a forjar el comienzo de la "Logia de los Titos"